Cuando en nuestra vida se nos quedan «archivos» sin cerrar –quede claro que digo ‘sin cerrar’ y no ‘abiertos’–, esos «archivos» consumen energía. Para abrir nuevos «archivos», o sea proyectos, objetivos, se requiere energía. De ahí la importancia de poder cerrar ciclos, lo cual nos permite recuperar energía para fabricar cosas nuevas.
Al llegar el fin de año, de manera natural surge en nosotros el repaso del año que acaba de transcurrir y plantearnos el próximo. Este proceso natural que surge en nosotros obedece al proceso natural de los ciclos que rige a la Señora Naturaleza. Nuestro inconsciente conserva la memoria de las cifras y las fechas y obedece a los diferentes ciclos de nuestra vida.
La idea de esta jornada es utilizar esto en nuestro favor.